Genaro Olivieri está soñando despierto en Roland Garros. La sonrisa no le entra en la cara y el argentino dice aún no caer de todo lo que le está tocando vivir por estos días en el Bois de Boulogne.
Un jugador transparente, genuino y un laburante de la raqueta desde hace años, Olivieri reconoce también a los suyos que está sintiendo ayuda “desde arriba”, o así elige creerlo. Luego de cada partido, pierda o gane, Olivieri se persigna y mira al cielo por unos segundos... Cada vez que entra a la cancha, su esfuerzo va dedicado a su papá Carlos.
Su padre, célebre jugador de pelota paleta, un deporte popular en muchos lugares del interior argentino, falleció durante la pandemia de coronavirus y fue siempre quien acompañó a Genaro en su sueño de ser tenista desde que era muy chico. “El casi que lo quería más que yo, y estaba en todos los detalles, en ayudarme cómo sea posible: ver vuelos, conexiones, lugares donde parar, donde ir a entrenar, lo que fuera por que yo esté lo mejor posible”, contó.
“Ojalá que ahora esté mirando todo esto que me está pasando estos días y tenga una sonrisa aún más grande que la mía”, dijo, casi entre lágrimas de la cancha No. 7.
Ese “todo esto que me está pasando” de Olivieri es una montaña rusa mayúscula de emociones: a los 24 años, y sin haber disputado nunca antes un partido en el circuito mayor del tenis mundial, debutó directamente en un Grand Slam y le ganó este martes cinto sets al francés Giovanni Mpetshi Perricard para sumar su primer triunfo en el Tour y en un Major.
El argentino se impuso por un extenso 7-6 (3), 4-6, 4-6, 7-5 y 6-1 luego de tres horas y 50 minutos en cancha y ante un rival que llegó a sacar por encima de los 240 km/h. “El partido estaba muy complicado para mí, pero me animé a meterme a devolverle el saque, y aposté a mi físico, a aguantar, y tuve mi premio”, reconoció el bragadense.
La historia es casi de Cenicientas. Olivieri llegó a Roland Garros no solamente sin experiencia previa en cuadros principales del ATP Tour, en 2023 estaba recién intentando volver a asentarse en el ATP Challenger Tour y hasta mechando con algunos torneos Futuros. En París, no ha frenando su marcha, con victorias ante Henri Laaksonen, Michael Geerts y Adrian Andreev y ahora su primera en el Main Draw.
"Para mi es impresionante esto... no hay explicación: estoy demasiado contento y feliz, y lo importante es seguir concentrado y enfocado que esto aún no se terminó", expresó el argentino. Y, claro, ahora va por más.
El siguiente desafío de Olivieri será ante el italiano Andrea Vavassori, quien también viene de la clasificación y remontó dos sets en contra para vencer a Miomir Kecmanovic por 5-7, 2-6, 7-6(8), 7-6(3) y 7-6(9) tras una batalla de cinco horas y diez minutos de juego.
De hecho, el serbio tuvo cuatro puntos de partido en el desempate del tercer set y uno más cuando sacó para el partido en el set final. Así, la chance de seguir avanzando sigue viva para Olivieri y su sueño es cada vez más grande.
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