
Alex Michelsen, una de las estrellas emergentes del tenis estadounidense, llega al Miami Open presented by Itau con casi siete kilos menos de su peso habitual, pero se siente con ganas y preparado para afrontar su regreso a las pistas en el Hard Rock Stadium.
Después de padecer una intoxicación alimenticia en Acapulco y sufrir un proceso vírico en Indian Wells, han sido unas semanas complicadas para el No. 33 del mundo, que está a sólo una posición de la más alta de su carrera en el PIF ATP Rankings.
El estadounidense, que empezó el año con un récord de 11-7, espera haber dejado atrás este calvario. “Fui baja de Indian Wells el domingo por la tarde y no pegué una bola hasta el lunes siguiente por la tarde aquí en Miami, así que es el período más largo sin usar la raqueta desde la pretemporada”, señaló Michelsen.
“Aunque he perdido mucho peso, me siento bastante bien. Pegué a la pelota muy bien ayer en mi primera toma de contacto. Golpeé a la bola genial. A veces un poco de tiempo fuera te ayuda. Me siento bastante fresco, así que veremos cómo va esta semana”, añadió.
Michelsen ganó 34 partidos la pasada temporada, pero sólo defiende 81 puntos en los próximos 90 días, lo que lo sitúa en una buena posición para irrumpir en el Top 30.
A raíz de su retirada frente a Daniil Medvedev, después de sólo dos juegos en el BNP Paribas Open, Michelsen reconoce que lamenta su decisión de haber saltado a la pista para jugar ese partido de tercera ronda.
“Pensaba que quizás podría intentarlo, pero Medvedev es el peor tipo de jugador cuando estás enfermo, así que no debería haber salido ahí fuera”, advirtió. “Me abuchearon un poco. Yo probablemente también lo habría hecho. No debería haber salido”.
El cabeza de serie No. 32 en Miami disfruta de un bye en primera ronda y se estrenará ante el argentino Camilo Ugo Carabelli o su compatriota, procedente de la fase previa, Brandon Holt. Esta vez tendrá el objetivo de superar la segunda ronda, donde cedió el pasado curso.