Jannik Sinner

Fotografía: Getty Images/ATP Tour

Fotografía: Getty Images/ATP Tour

El viaje de Jannik

por Andrew Eichenholz

“Quiero ser el mejor jugador no solo de Italia. Ojalá pueda decir algún día que soy el mejor jugador del mundo".

Jannik Sinner desveló su ambición hace casi cinco años en un pequeño espacio en la zona de prensa del US Open.

Era el 23 de agosto de 2019 y el italiano acababa de clasificarse para su primer cuadro final de Grand Slam, un logro notable para un jugador que había cumplido los 18 años una semana atrás. Durante algunos minutos, Sinner permaneció sentado en soledad. Ningún periodista había llegado para hablar con él. Ningún asistente le preparaba para las preguntas o la atención que llegaría a recibir. Únicamente Gaia Piatti, la esposa de su entrenador, se encontraba a su lado.

Sinner esperó pacientemente y respondió durante algunos minutos con un periodista antes de que algunos otros se unieran a la conversación. Estaba feliz, aunque no exultante. Quizá más pensativo que emocionado.

Era un momento especial para un espigado adolescente con rizos pelirrojos, aunque él mantenía la calma. Así, el italiano compartió sus ilusiones a largo plazo. "Nuestro objetivo no es simplemente jugar los Grand Slam, sino llegar lejos", aseguró.  

Al mismo tiempo, Sinner confiaba en que su ascenso sería parte de un proceso. Mejoraría su juego de forma gradual y tomaría las decisiones necesarias para ser un mejor jugador.

Habiendo escalado 984 posiciones en el PIF ATP Rankings durante las 52 semanas previas hasta ocupar el No. 131, Sinner avanzaba en la dirección correcta, y a toda velocidad. Aunque soñaba con alcanzar algún día la cima del deporte, el italiano tenía una madurez muy superior a la de sus 18 años. Sabía que obsesionarse con sus sueños no le ayudaría a alcanzarlos. Sí lo haría el trabajo duro y la determinación.  

Aquello era simplemente el principio.

Durante los últimos 12 meses previos, Sinner ha mostrado ser mucho más que un talento precoz. El italiano había demostrado que podría no solo competir en la cima del deporte, sino tener éxito en todos los niveles, desde los Grand Slam hasta los Masters 1000 y las Nitto ATP Finals .

Menos de cinco años después de soñar con ser el mejor jugador del mundo, el italiano se ha convertido en el primer tenista de su país que alcanza la cima del circuito de tenis en modalidad masculina o femenina.

Hoy, Jannik Sinner es el No. 1 del mundo.

El tenis no siempre fue la principal prioridad para Sinner. A lo largo de su infancia, durante un año fue el tercer deporte en su vida tras el esquí y el fútbol.

El italiano apenas practicaba tenis dos días a la semana hasta que cumplió los 14 años, porque era uno de los mejores esquiadores junior de su país. En 2008 ganó un campeonato importante y en 2012 terminó en segunda posición. Al crecer cerca de la frontera austriaca, Sinner pasó gran parte de su juventud en las laderas en lugar de sobre las canchas.

Un día, Sinner decidió que no quería seguir esquiando. El deporte de montaña tenía menos margen de error, y él prefería tener la oportunidad de aprender de sus fallos. El esquí, además, también presentaba un mayor riesgo físico.

“Siempre tenía ese temor cuando me lanzaba montaña abajo en el Super-G, donde saltas a menudo", dijo Sinner en Roland Garros. "Mentalmente, sobre la pista, no siendo miedo a conectar golpes porque no puede suceder nada. En el esquí, [algo] puede pasar".

Lindsey Vonn, campeona olímpica de esquí, ha entablado amistad con Sinner gracias al amor mutuo que sienten por sus respectivos deportes. "Es un chico bastante tímido, pero es muy humilde y agradable", dijo la estadounidense a ATPTour.com este año. "Creo que tiene una buena perspectiva del deporte y, hasta cierto punto, creo que es algo que viene del esquí".

Conforme Sinner se centró en el tenis, puso todos los esfuerzos para alcanzar su mejor versión. Esa decisión cambió no solo el rumbo de su vida, sino el futuro de todo un deporte.

“Mentalmente,
sobre la pista,
no tengo miedo a conectar golpes porque nada puede suceder.
En el esquí,
[algo] puede llegar a
ocurrir.”

Durante su adolescencia, Jannik acudió a la academia del prestigioso entrenador Riccardo Piatti, mentor de grandes figuras recientes como Novak Djokovic, Maria Sharapova y Richard Gasquet., Viktor Galovic, que llegó a alcanzar el No. 173 mundial, pasó un año y medio entrenando allí junto a otro preparador. El croata recuerda haber conocido a Sinner cuando el italiano apenas tenía 15 años.

“Estábamos jugando partidos de entrenamiento. Por aquel entonces yo era el No. 170 o 180, y casi me derrotaba siendo un chico de unos 15 o 16 años. Ya era un prodigio", recuerda Galovic. "No ganaba demasiado, pero en los entrenamientos ya podías observar que iba a conseguir cosas importantes".

“Ya era un jugador increíble, con un golpeo sensacional y su timing sobre la pelota era algo excepcional. Tal vez le faltase mejorar un poco el servicio, pero eso es algo que sin ninguna duda mejoraría. Apenas era cuestión de tiempo".  

Sinner ingresó por primera vez en el PIF ATP Rankings el 12 de febrero de 2018 tras ganar un partido en Sharm El Sheikh (Egipto) ante el No. 756 mundial Aryan Goveas. Con 16 años, el italiano derrotó por 6-4, 6-4 al indio para sumar su primer punto del PIF ATP Rankings.

“Recuerdo hablar con mi entrenador y decirle: 'Tengo un buen cuadro porque juego ante un chico sin ranking", dijo Goveas. "Nunca antes le había visto, así que busqué sus resultados junior, pero no aparecía demasiado... Salí a la pista y recuerdo que hice un buen partido"

“Incluso con esa edad, ya tenía una gran compostura mental, parecía tan relajado. Nadie diría que era el primer partido [profesional] que jugaba”.

Jannik Sinner and Riccardo Piatti.

Jannik Sinner y Riccardo Piatti. Fotografía: Gaia Piatti.

Jannik Sinner y Riccardo Piatti. Fotografía: Gaia Piatti.

Jannik Sinner

Bérgamo 2019. Fotografía: Antonio Milesi.

Bérgamo 2019. Fotografía: Antonio Milesi.

Al febrero siguiente, todavía fuera del Top 500, Sinner disputó su primer torneo ATP Challenger Tour de 2019 en Bérgamo. En la tercera ronda, encontró un rostro familiar al medir a Galovic, que se encontraba más de 300 posiciones por encima suyo en aquel momento.

“Tenía una rotura de ventaja en el tercer set, así que estaba convencido de que ganaría el partido. Sin embargo, durante un cambio de lado - éramos amigos y lo seguimos siendo - me sonrió y ambos nos reímos. Después, perdí el partido", recuerda Galovic. "Recuerdo que pensé: 'No puede ser, ¡este chico me ha sonreído estando con rotura abajo en el tercer set! Parece tan relajado y tiene tanta confianza que va a ganar el partido".

“Creo que esa es la gran clave de Jannik. Tiene tanta confianza que puede derrotar a cualquiera. Y ya tenía esa actitud a los 16 o 17 años".

Esa sonrisa era un síntoma de que Sinner no tiene miedo a las adversidades. Aquel joven ganó su primer título Challenger esa misma semana, convirtiéndose en el campeón italiano más joven de la historia en ese nivel de competición.

A no mucho tardar, Sinner estaría compartiendo la pista con los mejores jugadores del mundo. En abril, firmó su debut ATP Tour en Budapest, su primera participación ATP Masters 1000 llegaría en Roma e incluso tuvo el honor de entrenar junto a Roger Federer durante la temporada de hierba en Halle.

El ascenso de Sinner fue vertiginoso. Avanzó a su primer cuadro final de Grand Slam en el US Open 2019, donde puso a prueba al tres veces campeón de la categoría Stan Wawrinka en la primera ronda.

Ese octubre, disputó el ATP 250 de Amberes, alcanzando su primera semifinal ATP Tour. Uno de los 29 jugadores que alcanzaron el No. 1 del PIF ATP Rankings, Yevgeny Kafelnikov, se mostró impresionado por lo que observó durante esa semana.

“[¡Recordad] mis palabras! Este chico va a ser número 1 dentro de tres años", publicó Kafelnikovi en X, conocido por entonces como Twitter.

Un año después de asistir como aficionado a las prestigiosas Next Gen ATP Finals presented by PIF, Sinner se proclamó campeón del torneo en 2019. Al día siguiente viajó a Ortisei (Italia) para disputar un Challenger en lugar de tomarse unas vacaciones. Jannik levantó el título.

En abril de 2021 — menos de un año después en tiempos del circuito debido a la pandemia de Covid-19 - irrumpió en el Top 20. Para entonces ya parecía evidente que el italiano sería una pieza importante en el futuro del deporte.

Sin embargo, Sinner jamás se consideró a sí mismo bajo ese prisma. No creía haber conseguido demasiado y solamente deseaba centrarse en un objetivo a largo plazo: exprimir al máximo su potencial.

“Intento mejorar cada día, ese es mi objetivo principal. Los resultados llegarán", dijo Sinner al ingresar en el Top 20. "Ser un campeón es un camino muy largo. He tenido un buen inicio jugando a mis 19 años al máximo nivel, pero no creo que sea un campeón en este momento".

A final de temporada, Sinner acudió como suplente a las Nitto ATP Finals, donde tuvo la oportunidad de competir tras la lesión de su compatriota Matteo Berrettini. Como favorito local, exigió al entonces No. 2 mundial Daniil Medvedev hasta el tiebreak del set decisivo, mostrando a los aficionados de lo que era capaz. No mostró miedo alguno por ese momento.

El futuro del deporte comenzaba a hacerse presente.

Por ello, una publicación en redes sociales tomó a muchos por sorpresa en febrero de 2022. Sinner anunció que terminaba su relación profesional con su equipo de trabajo, liderado por Piatti. Contrataría a su compatriota Simone Vagnozzi y, posteriormente, a Darren Cahill, antiguo técnico de Lleyton Hewitt y Andre Agassi, entre otros, para supervisar sus progresos.

Fue una decisión importante para tomar a los 20 años. Sus resultados eran buenos - acababa. de llegar a los cuartos de final en el Abierto de Australia. Y no había garantías de que el cambio le ayudase a largo plazo. Sin embargo, el italiano hizo ese movimiento.

Jannik Sinner

Turín 2021. Fotografía: Corinne Dubreuil/ATP Tour

Turín 2021. Fotografía: Corinne Dubreuil/ATP Tour

Jannik Sinner

US Open 2022. Fotografía: Sarah Stier/Getty Images

US Open 2022. Fotografía: Sarah Stier/Getty Images

"Riccardo Piatti fue un gran técnico para él durante esta primera etapa,” dijo Kafelnikov . “Después, obviamente, cuando Darren Cahill tomó el testigo, le ha dado algo especial a otro nivel, algo que necesitaba."

Desde que se uniera al equipo de Sinner, Cahill ha reconocido los méritos de Vagnozzi. Ese mismo año aseguró: “El 99% del crédito por las labores de entrenamiento son para Simone. Ha hecho un trabajo extraordinario con Jannik".

“Yo estoy supervisando todo. Entre nosotros valoramos la parte técnica y táctica, pero Simone es quien tiene la voz. Es la persona que dirige muchas de las mejoras que veis en Sinner. Está haciendo un trabajo increíble".

El cambio supuso un momento clave. Pero las grandes victorias tardarían en llegar y habría adversidades que superar.  

En los cuartos de final de Wimbledon esa temporada, Sinner logró una ventaja de dos sets sobre Djokovic. Sin embargo, apenas ganó siete juegos en las últimas tres mangas.

Después, llegaron los cuartos de final del US Open 2022. Sinner se enfrentó al único jugador con un ascenso más veloz que el suyo: un Carlos Alcaraz de 19 años. El español ya era un prodigio de golpes espectaculares, llevando las gradas al delirio con su habilidad para convertir lo ordinario en extraordinario es apenas un abrir y cerrar de ojos.

Alcaraz ganó un partido eterno de cinco horas y 15 minutos, conectando el último golpe a las 2:50 a.m., estableciendo el récord del torneo. El murciano ganaría el título y, con ello, se convertiría en el No. 1 más joven en la historia del PIF ATP Rankings.

Con toda la atención puesta en Alcaraz, era fácil olvidar que Sinner había controlado gran parte del encuentro y dispuesto de una pelota de partido para sacar el billete a semifinales con su servicio en la cuarta manga. El español necesitó un esfuerzo sobrehumano para ganar aquella noche.

“Fue un partido fantástico”, dijo Sinner. “Pero también ha sido muy, muy duro”.

Fue otra dosis de adversidad para el joven italiano.

Kafelnikov, que ha seguido los pasos de Sinner desde sus inicios, reconoció: “Estoy seguro de que la derrota, sufrida en esos partidos, ha tenido efectos muy positivos en su desarrollo. Sin lugar a dudas. Ha empezado a trabajar incluso más duro para evitar [sufrir] de nuevo ese tipo de momentos".

Gran parte de la atención hacia Sinner se debe a sus fuertes golpes, pero su incansable espíritu competitivo es una de sus principales virtudes. Las decepciones no frenan sus pasos, sino que le motivan a encontrar un nuevo nivel".

Esto se extiende fuera de las pistas, incluso en los juegos de cartas que disfruta a menudo junto a su equipo. El año pasado, Vagnozzi habló con ATP sobre el deseo de gloria de su pupilo.

“Jannik quiere ganarlo todo”, dijo Vagnozzi. “Ayer perdimos 20 euros cada uno, Darren y yo, porque golpeó un bote de pelotas con su saque al primer intento. Si le decimos 'te damos 20 euros si lo consigues a la primera y 15 euros si lo logras a la segunda, [siempre] lo consigue a la primera".

Cuando Sinner cayó al No. 17 mundial el año pasado, no tardó demasiado tiempo en responder. Desde entonces, se ha convertido en un cohete camino del cielo tenístico.

Durante las últimas 52 semanas, Sinner ha ganado sus dos primeros títulos ATP Masters 1000 (Toronto y Miami), su primer trofeo de Grand Slam en el Abierto de Australia y tres coronas ATP 500. Además, encandiló a sus compatriotas llegando a disputar el título de las Nitto ATP Finals, donde solamente Djokovic fue capaz de frenarle tras caer ante el italiano en la fase de grupos.

Sinner no se ha limitado a ganar títulos, también ha derrotado a los mejores jugadores del vestuario. Armado con un servicio mejorado, Jannik ha apilado un balance de 15-4 ante figuras del Top 10. Nueve de esos triunfos se produjeron ante vigentes o antiguos No. 1: Djokovic (3), Alcaraz (1) and Medvedev (5). 

“Creo que su juego se ha desarrollado una barbaridad. Lo ves en los resultados y en el nivel, ha empezado a creer que su lugar está en la cima", dijo Kafelnikov. "Antes llegaba al Top 10 y quizá se preocupase por otros jugadores. Ahora mismo, tiene su propio plan. Juega en sus propios términos, y eso le hace especial comparado con lo que era el año pasado".

“Es un jugador diferente, tiene una actitud distinta y una fe especial. Creo que esto es lo que le hace tan bueno. Por eso está en la posición que está".

Jannik Sinner

Sinner juega a las cartas con su equipo. Fotografía: ATP Tour.

Sinner juega a las cartas con su equipo. Fotografía: ATP Tour.

Jannik Sinner

Toronto 2023. Fotografía: Mike Lawrence/ATP Tour

Toronto 2023. Fotografía: Mike Lawrence/ATP Tour

Jannik Sinner

Abierto de Australia 2024. Fotografía: AFP/Getty Images

Abierto de Australia 2024. Fotografía: AFP/Getty Images

Tras alcanzar la final en Turín, Sinner derrotó a Djokovic dos veces en un mismo día - en individual y dobles - liderando a Italia hacia la gloria en Copa Davis. El juego siempre estuvo allí, y ahora parecía saber que era capaz de batir a cualquier jugador en cualquier escenario.

Sinner comenzó 2024 como No. 4 mundial. En el Abierto de Australia, su primer torneo del año, era una posición que no hacía justicia a su nivel. Jannik tenía un nuevo lustre en cada golpe.

Sinner alcanzó las semifinales de Melbourne sin entregar un set, y superó al campeón de 24 grandes Djokovic en un duelo a cuatro mangas que nunca llegó a estar realmente equilibrado.

“Siempre se ha mantenido muy tranquilo sobre la pista, pero creo que le costaba ganar grandes partidos en los momentos importantes", dijo Djokovic. "Pero ahora, está logrando encajar todas las piezas".

En la final, el antiguo No. 1 Medvedev jugó con agresividad total para arrebatar las dos primeras mangas a Sinner. Aunque el italiano no había encontrar la forma al comienzo de su carrera, jamás entró en pánico. ¿Adversidad? No hay problema. El italiano dejó que su juego tomase el protagonismo, y lo logró.

Con el trofeo en sus manos tras completar una remontada memorable, parecía simplemente cuestión de tiempo que Sinner se convirtiera en No. 1 mundial.

Un año atrás, Sinner sufrió una dura derrota en la segunda ronda de Roland Garros ante Daniel Altmaier, un golpe sobre el que meditó la semana pasada en París.

"Creo que he aprendido mucho de las derrotas, especialmente de la que tuve un año atrás en este torneo", dijo Sinner. "He aprendido, y tengo que aceptar aprender de mí mismo, de mi lenguaje corporal. He trabajado mucho en eso".

El italiano nunca estuvo en riesgo de sufrir una derrota prematura en esta edición. Su ascenso al No. 1 quedó asegurado el miércoles, justo antes de que venciera a Grigor Dimitrov para alcanzar su primera semifinal en el Grand Slam francés. Aunque feliz por ese logro, dejó claro que su concentración estaba totalmente dirigida al duelo que libraría ante Alcaraz.

Sinner levantó una ventaja de dos mangas a uno sobre el español y mostró su determinación cuando sufrió calambres en la mano para cerrar el tercer set. Alcaraz terminaría remontando para llevarse el triunfo en cinco parciales, pero Sinner aseguró dos puntos más en el partido.

Por mucho que doliera la derrota, el No. 1 mundial no tuvo tiempo para lamentarse. Inmediatamente centró su atención en el trabajo a realizar para evitar un resultado similar en el siguiente partido.

"El ganador está contento y el perdedor intenta encontrar la manera de ganarle la próxima vez", dijo Sinner. "Creo que es emocionante y es lo que voy a intentar hacer".

No fue un contratiempo, sino otro paso en el camino de Jannik.

Las últimas 52 semanas han conformado un memorable capítulo. Un año atrás, Sinner era un fantástico jugador joven, pero no era el gran talento emergente. Toda la atención estaba centrada en Alcaraz tras su histórico ascenso al No. 1 en 2022.

El español parecía estar preparado para tomar el testigo de Roger Federer, Rafael Nadal y Djokovic, especialmente después de sorprender al serbio en la final de Wimbledon. Apenas había necesitado 15 meses desde su ingreso en el Top 10 para tocar la cima del deporte.

En el caso de Sinner, han sido casi cinco años de esfuerzos para dar el mismo salto. Ahora, su naciente rivalidad se ha convertido en la más emocionante del deporte.

La adversidad, como su derrota en las semifinales de Roland Garros, ha sacado lo mejor de Sinner. Del mismo modo que el Big Three elevó mutuamente el potencial, Djokovic, Alcaraz y otros jugadores han logrado lo mismo con el italiano. 

Cuando el No. 1 mundial era apenas un niño, su padre Johann era el chef de un restaurante en Sesto-Val-Fiscalina, donde su madre Siglinde trabajaba como camarera. Jannik solía acudir al restaurante a visitar a sus padres.

Al comienzo de su carrera, Sinner usaría la cocina como metáfora sobre su carrera. El italiano decía que todavía no era el chef de la cocina, sino el encargado de pelar las patatas.

Año tras año, Jannik ha ido añadiendo ingredientes y técnicas a su repertorio. Hace tiempo que el italiano ha tomado el control entre los fogones.

Su momento estrella Michelín ha llegado.